La tecnología está revolucionando la manera de trabajar como la entendíamos hasta ahora. El sector textil está incorporando aceleradamente herramientas digitales para agilizar procesos, reducir costes, dar un salto cualitativo en sostenibilidad, y, por supuesto, para comunicar.
La realidad aumentada ha demostrado ser una gran aliada para el retail. El cliente tiene la posibilidad de probarse ropa, maquillaje y complementos y ver como le quedan sin necesidad de acudir físicamente al establecimiento.
Massimo Dutti, por ejemplo, no ha querido quedarse atrás y ha creado una aplicación para que los usuarios puedan probarse zapatillas sin salir de casa. Otro gran referente, es Burberry, que permite mediante un código QR, visualizar de una manera inmersiva el nuevo bolso Olympia.
Estas tecnologías abren mil posibilidades creativas y una nueva manera de conectar con el cliente. Los espacios y pasarelas virtuales son un claro ejemplo de ello. Ya no es necesario desplazarse para disfrutar de actividades de ocio con amigos o, en el caso de los diseñadores, confeccionar prendas para mostrarlas y poder venderlas.
El conocimiento de softwares como CLO3D que permiten visualizar prendas de manera digital con un resultado hiperrealista, y otros como Browzwear, que permite llevar el 3D al diseño, desarrollo, marketing y colaboración de moda con un conjunto de soluciones fáciles de usar para llevar sus diseños creativos al mercado.
Para confeccionar después o para incorporar en espacios virtuales, la moda digital es la respuesta más sostenible y eficaz. Los nuevos profesionales necesitan entender el potencial económico y medioambiental de la digitalización en el ciclo de la moda y las herramientas más apropiadas para cada fase de los procesos.
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